Retos y experiencias de una profesora de español en Suiza
Mi mayor actividad laboral ha sido con el colectivo de inmigrantes o en campamentos internacionales con el español como lengua vehicular. Ambas experiencias han sido maravillosas y muy gratificantes para mí. Todo mi mundo ELE empezó cuando emigré a Suiza y lo vi como un trabajo alternativo al de ser una simple aupair. No sabía ni que existían estos tipos de cursos. Fui a Suiza a formarme en lengua extranjera para aumentar mi nivel de francés y volví con unos cursos de español en la cabeza.
A los dos meses, me apunté y hoy termino este primer curso con una gran satisfacción, con todo lo aprendido, porque yo cuando llegue a Suiza pensé que siendo española podría impartir clases a gente sin conocimientos previos de español y como francés su lengua como lengua vehicular sobre todo para los primeros días.
Empecé a leer y recabar información sobre este mundo y me di cuenta que por muy español que seas si no sabes ni te han enseñado a enseñar, muy buen profesor no serás.
Y básicamente, esa fue una de las razones por la que empezar este curso. Quiero trabajar en el extranjero una vez más y esta vez con una formación previa para saber cómo llevar las riendas sin cojear demasiado. Y si no, trabajar en España con alumnos extranjeros.
Obviamente, es una salida laboral, ya que soy filóloga y me dedico a la enseñanza de lenguas extranjeras. El español lo veía como una lengua y literatura para impartir a chavales de la ESO, pero mediante he ido haciendo este curso me he dado cuenta que el español va mucho más allá de la educación reglada y que no solo existe un colectivo al que enseñar sino que podemos viajar por el mundo enseñando nuestra maravillosa lengua que tiene miles de millones de hablantes y muchos estudiantes que como yo no se pueden permitir ir al país de la lengua que quieren aprender y se tienen que quedar en sus países de origen en busca de profesores nativos como nosotros.
Este último punto de vista, me lleva a viajar y a conocer mundo, y a enriquecerme tanto como persona como profesional porque vivir en diferentes culturas y ambientes al que tú estás acostumbrado te ayuda a crecer. Tú eres el profesor de lengua española, pero al final una clase aprendes casi más tú que tus alumnos porque si estás dispuesto a aprender con ellos siempre te enseñarán algo nuevo.
Respecto a las dificultades de enseñar español todo está en la mente, cada alumno es un mundo si pero si trabajamos desde un punto psicológico y sabemos cuáles son sus objetivos previos para meterse en una clase de español sin nociones básicas tal vez les podamos ayudar mejor y aprendamos con ellos. Nos enriquecerán a nosotros como profesores con un resultado satisfactorio y un buen sabor de boca de un trabajo bien realizado.