Curso de profesores de español: la amistad y la gramática en la didáctica de segundas lenguas<

Curso de profesores de español: la amistad y la gramática en la didáctica de segundas lenguas

Ahora mismo trabajo en la enseñanza del alemán como segunda lengua en un instituto concertado en el Sur. Sin embargo, creo que mi experiencia se puede extrapolar a la enseñanza de otras lenguas en entornos de enseñanza reglada. La desmotivación de los adolescentes ante el trabajo diario es la base de la lucha constante del docente. La regla de estudiar 20 minutos tres días a la semana es excesiva para la mayoría de ellos.

El aprendizaje de una lengua no se disfruta, se convierte en cualquier otra asignatura cuyo valor oscila entre el suficiente y el sobresaliente. En la mayoría de los casos se ignora todo lo que conlleva saber hablar otra lengua; todo lo que vamos a descubrir si nos adentramos poco a poco en un nuevo mundo.

Esta primavera, sin embargo, la rutina de la clase de alemán se ha roto por el intercambio con una ciudad del norte de Alemania. Allí, pese al consabido clima gris, se hizo la luz. Mis alumnos asumieron rápidamente el orden de la oración alemana, recordaron casi milagrosamente los participios de los verbos irregulares, supieron como por arte de magia utilizar alguna partícula modal en las preguntas. De la misma manera, los chicos alemanes se lanzaron a producir sus primeros enunciados en español. Todo eso de forma instantánea. La supuesta difícil timidez de los primeros minutos nunca existió. Facebook, Messenger y Skype se encargaron de que la amistad cuajara mucho antes de que estos chicos se vieran en persona. Claro que poco a poco el inglés fue abriéndose camino por la fluidez que este idioma les permitía.

Sin embargo, lo más asombroso estaba por llegar. Volvimos con nuevos amigos y nuevos amores que motivaron a muchos de estos chicos a estudiar y comprender místicamente los entresijos del idioma y esto se plasmó en resultados académicos mejorados.