Curso de profesores de español ELE, motivaciones y satisfacciones
El curso de Español para Profesores, además de proveernos una didáctica adecuada y muy eficaz para implementar en las clases con nuestros futuros (o actuales) alumnos de ELE, nos ofrece una inmensa variedad de satisfacciones, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
Las motivaciones que nos llevan a tomar el curso varían de persona a persona. Pero un común denominador casi inequívoco es la vocación de enseñar, de instruir, de inculcar tanto la lengua española, como la cultura hispana a extranjeros que buscan iniciarse o perfeccionarse en nuestra lengua. Siempre hay que tener presente cuál fue nuestra motivación personal y no olvidarla nunca; si es necesario repetirla una y otra vez en nuestra mente desde el primer día como profesores hasta el último. Después de todo, la motivación que nos impulsó a ser docentes es la misma que nos va a hacer seguir adelante día a día en el camino de la enseñanza del español.
¿Pero cuántos de nosotros, que decidimos empezar este curso, se ha puesto a pensar en la cantidad de satisfacciones que nos daría ser Profesores de Español? El sólo hecho de escuchar a tus alumnos intentar hablar tu mismo idioma; sus sonrisas y sus ojos al ver que están entendiendo lo que les explicas y pueden ponerlo en práctica; las actividades y los juegos compartidos con ellos; el pensar que son como un libro en blanco, y que serás tú quién le inculcarás algo que nunca olvidarán en su vida; el hecho de saber que algún día pensarán “esto me lo enseñó mi profesor/a de español…”; la alegría que tendrán cuando aprueban sus exámenes.
Esa fue mi mayor motivación para empezar el curso y para querer seguir siendo docente: las satisfacciones que me dan y me darán mis alumnos. No necesitaré recordar una y otra vez qué es lo que me hizo ser profesora, ni anotarlo, ni leerlo en los días más difíciles. Es algo que ellos me recordarán día a día, clase a clase.