Pero… ¿por qué os disfrazáis de vampiros?
Halloween es mi fiesta favorita. Sé que no tiene significado, que es todo una tontería, pero a mí me gusta. Convertirme para un día en una niña, disfrazarme de algo tonto, comer pastelitos y caramelos sin parar “porque hoy es Halloween, y no te engordan las calorías consumidas en Halloween”… me encanta. Desafortunadamente, este año me encuentra en un país que ni lo celebra, ni siquiera tiene muy claro lo que es.
Es algo bastante difícil de explicar: “Sí, nos disfrazamos de vampiros y tal… no sé por qué, lo hacemos y punto. Es divertido. ¿Hazlo conmigo, por favor?” Vivo con tres estudiantes españoles de 22 años, y pienso que les parezco “la extranjera estrafalaria”. Ellos no tienen mucha idea de lo que es Halloween, a pesar de mis esfuerzos pertinaces de “educarles”. Creo que van a salir conmigo, pero todavía confundidos.
Pero cuando hablé de todo esto con mi abuela, me quedé sorprendida: yo he celebrado Halloween cada año desde pequeña y por lo tanto me parece algo muy tradicional, pero ella me dijo que es algo muy de mi generación – es decir, de los últimos 20 años. Para ella, Halloween es todavía algo raro y muy americano.
Otro punto de vista que me sorprendió fue el de un niño de 11 años, a quien doy clases de inglés. El me detalló todos sus planes para el finde: que iba a disfrazarse de momia, que iba a salir con los amigos para hacer el “truco-o-trato” y después ir a una fiesta – es decir, todo lo que solía hacer yo de niña.
Dando un paseo por Bilbao, no es muy obvio que se está acercando Halloween. En algunas tiendas, hay arreglos con murciélagos y arañas y tal, pero esto es solamente “para vender cosas”. Esto es, me parece, el “lado oscuro” de Halloween: el comercialismo puro, que no tiene nada que ver ni con la cultura ni con la tradición. Para mí, lo importante es la ocasión de disfrazarse y hacer tonterías: de desahogarse, y creo que como parte de la cultura inglés, Halloween desempeña este papel. En España, sigue siendo una importación comercial, pero supongo que dentro de unos años, esta cultura de fiesta lo convierta en algo muy suyo, y muy divertido.
El lunes, voy a venir disfrazada al Instituto, llevando galletas con forma de fantasmas y todo. Vamos a salir para un tour de pintxos especial – ¡ya veremos lo que significa Halloween para la familia del Instituto Hemingway!