¿Y ahora qué? Trabaja como profesor de español ELE en Barcelona<

¿Y ahora qué? Trabaja como profesor de español ELE en Barcelona

Seguramente eso sea lo que se pregunten muchos cuando acaban este curso. O al menos es mi caso.
A mí lo del español me vino tarde. Estudié periodismo y fue precisamente en el último año cuando encontré un curso que impartía el Instituto Cervantes en colaboración con mi universidad. Ahí empezó todo.

Tal vez porque mi teórica profesión (periodista) es, a mi parecer, dónde hay más intrusismo (sólo hace falta “zapear” un poquito para darse cuenta) puedo entender a todo aquel que no le parezca bien que alguien como yo pueda ejercer con las mismas garantías. Y puede que tenga razón. Evidentemente yo no poseo esa base que sí tienen los filólogos, y quiero ponerle remedio cuanto antes. De ahí que, una vez descubierto qué es lo que me gusta, ahora me plantee, entre otras cosas, estudiar el grado. Eso sí, de una manera más light, a distancia.
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La verdad es que tampoco me ha ido nada mal. Hasta ahora he dado clases en mi antiguo colegio a niños inmigrantes, he dado clases particulares, soy profesor sustituto en una academia de Barcelona y me llaman cuando necesitan a alguien (más bien nunca) y el verano pasado trabajé para una agencia que organiza viajes para que adolescentes extranjeros pasen unas vacaciones en Barcelona, y yo les doy clase de español por las mañanas. De hecho, escribiendo estas líneas he recibido un correo electrónico en el que me informan que cuentan conmigo para el próximo verano. Será sin duda una buenísima oportunidad para poner en práctica todo lo aprendido durante el curso, y para que, tomando como referencia mi experiencia del verano pasado, me autoevalue a mí mismo.
Nada de esto me da el sustento económico mínimo para sobrevivir, pues siempre se trata de trabajos temporales o esporádicos, por lo que debo compaginar todas estas cositas con mi trabajo de vendedor, en el que ya llevo más de 7 años. Pero no me preocupa. Tal vez no esté preparado aún. O tal vez sí.