¡La experiencia de una becaria en nuestra escuela de español!<

¡La experiencia de una becaria en nuestra escuela de español!

Me llamo Sara Delli Carpini y hace dos semanas empecé asistir a clases de español y trabajar como asistente de Marketing part-time en el Instituto Hemingway.

Estaba buscado oportunidades de voluntariado cuando encontré al sitio del Instituto Hemingway y tras leer sobre la posibilidad de trabajar y aprender español en Bilbao, decidí enviar mi aplicación. En sólo unos días José se puso en contacto conmigo

 para guiarme en el proceso de reservación, proporcionándome todas las informaciones sobre el programa y la escuela, contestando en inglés a mis infinidas preguntas y atendiendo a todas mis necesidades. Como nunca fue a España antes y no tenía mucha confianza en mi nivel de español estaba muy nerviosa, pero mi ansiedad muy pronto resultó innecesaria porque todos, tanto los empleados del instituto y los otros estudiantes como las personas que encontré en la calle, fueron sumamente comprensivos, así que me animaron inmediatamente a comunicar a pesar de mis incertidumbres.

Mi primera impresión de la escuela fue positiva bajo todos los aspectos: el instituto está muy bien posicionado y las clases son bastantes pequeñas para que se haga un aprendizaje individual y todos puedan participar. Tras haber hecho previamente una prueba para evaluar mi conocimiento del español, me asignaron a la clase de nivel B1, junto a otras 3 chicas, y algo que me sorprendió desde el punto de vista de la organización fue la flexibilidad y fluidez con que los estudiantes pueden cambiar de clase si se enteran de que en nivel es demasiado fácil o difícil. El método de enseñanza es excelente y el Profesor muy competente y atento. Realmente mi tempo estudiando español fue genial y al Profesor Daniel le debo mucho por crear una muy buena atmosfera y por preparar cada vez clases entretenidas y al mismo tiempo muy provechosas.

La experiencia laboral fue igualmente positiva: me recibieron con los brazos abiertos e inmediatamente me pareció formar parte de una familia. Mis compañeros de trabajo fueron amables y pacientes y se aseguraron de explicarme mis tareas y de solucionar todas mis dudas. El ambiente de trabajo fue muy agradable y a pesar de estar solo dos semanas, rápidamente formé relaciones que se extendieron más allá de las horas de trabajo. En particular quiero dar las gracias a Rodrigo por mostrarme la ciudad y contarme muchas cosas interesantes que me dieron una idea de la riqueza cultural e histórica del País Vasco. Después del trabajo participé con mucho gusto en las actividades gratuitas organizadas por el instituto, incluyendo una cata de vinos muy instructiva y dos memorables cenas con estudiantes y profesores.

John Steinbeck una vez dijo: “No son las personas las que hacen viajes, sino los viajes los que hacen a las personas”. No pudiera estar más de acuerdo. Todo el mundo sabe que cada viaje puede ser gratificante, pero nunca imaginé que vivir dos semanas en Bilbao pudiera regalarme tantos increíbles recuerdos. En dos días voy a volver a casa, en Italia, y ya echo de menos a Bilbao y a todos los que he conocido durante el tiempo muy corto que estuve aquí. Ahora tengo una sensación de agridulce melancolía que estoy segura me hará volver lo antes posible a visitaros.

Pues hasta entonces, ¡agur!